- La casa mas divertida de Sonoma County.
Ya mencionaba The Washoe House en mi post acerca de una excursion al pueblo de Bloomfield. Hace unos dĆas tuve la fortuna de volver a visitarla en el BBIT (Best Bar In Town / El Mejor Bar de la Ciudad), una excusa como otra cualquiera para tomarse una cerveza a la salida del trabajo con los compaƱeros del curro, algĆŗn que otro dĆa. El Ćŗltimo destino fue esta casa situada en Stony Point, justo en la esquina con Roblar Road. El sitio es mas que curioso, data de 1859, es decir, que se puede considerar casi como un National Landmark, pues aquĆ todo lo que tenga mĆ”s de 100 aƱos es cuasi-prehistĆ³rico! Es lo aquĆ se considera un water/watering hole, es decir, no mas que un tĆpico bar pero muy como de pueblo, americano en este caso. Tendiendo en cuenta que era el primer dĆa de trabajo para la chica que servia en la barra y que la camarera que servia las mesas era de la Ć©poca original de la construcciĆ³n del bar, poco mas habĆa que esperar del garito en cuestiĆ³n. Lo que aquĆ sigue es la traducciĆ³n del texto que aparece en los salvamanteles sobre la historĆa de este lugar.
NacĆ en un olvidado dĆa de 1859, en mitad de la Ć©poca de las hosterĆas en mitad de las carreteras, cuando los Californianos disfrutaban de las viejos tradiciones para pasar el tiempo. El oro se gastaba con facilidad y un vigoroso Oeste estaba en sus primeros aƱos de formaciĆ³n. Fuertes y hĆ”biles manos construyeron mis columnas de madera de redwood, fijĆ”ndolas para la eternidad con clavos y pernos. Ni si quiera el gran terremoto de 1906 pudo reclamar mi alma. He significado descanso y comida para muchas diligencias repletas de fatigados viajeros. Estos eran los dĆas en donde los mineros pagaban con polvo de oro de las lejanas colinas. Les daba habitaciĆ³n y cama por un dollar la noche. SolĆa oĆrles subir mis escaleras con sus pesadas botas y las risas de "elegantes chicas". TodavĆa recuerdo un dĆa cuando los habitantes del Sur de Petaluma y el Norte de Santa Rosa se juntaban a mi entrada, pistola en mano, solo para terminar el dĆa bebiendo juntos en el bar. Por mas de un siglo mi primer piso ha sido el lugar favorito para reuniones sociales y fiestas privadas. El General Ulysses S. Grant hablo desde mi balcĆ³n ante una multitud entusiasmada. Un piano de origen europeo hecho para complacer los oĆdos de reyes y reinas, traĆdo hasta aquĆ desde Cape Horn, hacia mis bailes los mĆ”s vivos y felices de la comarca. Mas de un romance ha nacido entre mis muros. Muchas veces una chica bonita ha embellecido mi sala de baile. Estoy afirmada en roca segura, entre colinas y tierras de pasto. El aire a mi alrededor huele a eucalipto. En las tardes, la niebla de la costa corre entre las colinas. He crecido y madurado a travĆ©s de miles de amaneceres y anocheceres, y verĆ© otros miles pasar delante de mĆ. Soy bien conocida por mi buena comida, bebida y compaƱĆa. AquĆ te espero. Yo soy the Washoe House.
4 Comentarios
JosĆ© Carlos, para que luego dĆgas, tambiĆ©n en esa parte del mundo hay cosas y casas curiosas. Un saludo
ResponderEliminarSi, pero no deja de ser curioso el sentido de antiguedad que tienen aqui, para muchos, cosas de los aƱos 50 del siglo pasado ya son casi tan clasicos como las columnas del Partenon! Bueno, quizas he exagerado un poquito!
ResponderEliminarGracias Froilan
Hola, ¿que tal estas?
ResponderEliminarHe leido tu comentario y me gustaria decir que todo cuanto puedas leer en mi blog es completamente cierto.
Me han pasado demasiadas cosas, todas muy dificiles de superar, y el vaso de mi paciencia y mi esfuerzo hace tiempo que fluye como una fuente.
Es cierto que no quiero seguir viviendo, tan cierto como que me siento incapaz de dar el paso, aun deseandolo profundamente, porque soy plenamente consciente del dolor y la dificil situacion que vivirian mis padres si esto sucediese.
De todas formas existe una razon mas por la que aun no he dado dicho paso. Quisiera morir de alguna forma en la que mis organos pudieran ser donados a aquellas personas que aun tengan motivos para seguir adelante, personas que realmente amen la vida, cosa que yo ya no se ni puedo hacer.
Un abrazo.
Gracias
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