"Iaorana" significa "hola" en la lengua de las islas. |
Finalmente y cerca de las ocho de la noche, salimos del aeropuerto. Al final el plan es estar unos dĆas en Tahiti y el resto en Moorea, pues parece que Moorea en mas turĆstico a pesar de ser una isla mĆ”s pequeƱa. El coche pensamos reservarlo a la llegada a Moorea y pasar estos primeros dĆas tranquilos, pero todo puede cambiar sobre la marcha en funciĆ³n de ser necesario.
Buscamos alguna agencia de cambio para tener algo de moneda local para poder pagar el taxi, el cual encontramos justo a la salida del aeropuerto, literalmente cruzando la acera. Uno puede pensar que con el glamour de Tahiti y lo turĆstico su aeropuerto va a ser bien grande, pero la verdad es que es bien chiquito, pero esta muy bien organizado.
Veinte minutos y $40 despuƩs llegamos al hotel. Esa es nuestra primera experiencia con los taxis en la isla, los cuales la verdad es que no son nada baratos, aunque pronto comprobaremos que realmente nada es barato en la isla, nada de nada, algunas cosas son menos caras que otras, pero nada es barato.
Le Tahiti by Pearl Resorts es el elegido para nuestra estancia en Tahiti. No es cinco estrellas, pero esta situado en una preciosa playa de arena negra volcƔnica, y fundamentalmente todas las habitaciones son con vistas al ocƩano, lo cual es precisamente lo que andƔbamos buscando.
A penas un par de parejas que venĆan en nuestro vuelo esperan para registrarse. Para nuestra desesperaciĆ³n, el restaurante es ya cerrado, y lo Ćŗnico disponible serĆa una mĆsera ensalada si decidimos pedirla desde la habitaciĆ³n. Incluso el bar esta a punto de cerrar, las nueve y media de la noche y todo cerrado, desde luego Tahiti no es isla para la fiesta en absoluto. Todo esto ademĆ”s rematado con el hecho de que todavĆa esta vigente el toque de queda a las once de la noche.
Solo nos queda dejar el equipaje y bajar para intentar probar la piscina, la cual si esta abierta las 24 horas del dĆa, pero lo cierto es que el agua no esta nada caliente, y aunque el clima es de bastante cĆ”lido, decidimos dejar el piscinazo para el prĆ³ximo dĆa, el cual pensamos dedicarlo plenamente a disfrutar del hotel y descansar despuĆ©s del viaje.
Una breve paseo por la playa de arena negra a la luz de la luna, donde podemos comprobar que el mar esta mucho mas caliente que la piscina, y con eso damos por acabado nuestra llegada a la Polinesia.
Paseo por la playa a la luz de la luna. |
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