La Luna de Miel: Llegada a Denpasar

Aeropuerto Ngurah Rai en Denpasar, Bali

Llegada a Denpasar.

Tres horas despuƩs de salir de Taipei, llegƔbamos al Aeropuerto Internacional de Denpasar, llamado Ngurah Rai. Finalmente ya pisƔbamos suelo de Bali!.

Avion llegando a Bali

Llegando a la isla vimos muchas nubes en el norte, asĆ­ que estĆ”bamos un poco preocupados sobre como serĆ­a el clima. Pero al llegar a Denpasar el cielo estaba despejado, soleado y caluroso, un fuerte calor hĆŗmedo.

El aeropuerto de Denpasar no es muy grande, lo suficiente para poder manejar a la mayorĆ­a de los turistas que llegan a la isla y que usan este como su punto de entrada. 

TambiƩn es cierto que estƔbamos en Junio, todavƭa a un mes de la temporada alta de verano en Julio/Agosto, y lejos de la invierno en Diciembre. En esos meses seguro que el aeropuerto estarƭa mucho mƔs masificado.

Llegada a Bali

DespuĆ©s de pagar $25 por persona por la Visa de Entrada en Indonesia, procedimos a pasar las aduanas. HabĆ­a un fallo en los equipos informĆ”ticos, asĆ­ que tuvimos que esperar mĆ”s de lo esperado. 

Una vez pasado el formulario administrativo, el tema de las maletas fue de lo mƔs rƔpido y eficiente. Nada mƔs llegar al carrusel de maletas, estas aparecieron casi a la vez que llegamos.

Ahora sƭ que nos sentƭamos que estƔbamos en Bali. Nos abrazamos, nos besamos, este era el comienzo realmente de la Luna de Miel.


Esperando por las maletas

Pasando la aduana

Saliendo del aeropuerto nos hicimos unas cuantas fotos con algunas esculturas tradicionales del paĆ­s, antes de buscar una agencia de cambio para comprar algo de moneda local: Rupias.

Cambiamos cinco millones de rupias por $500. Si CINCO MILLONES de rupias! Parece mĆ”s fĆ”cil decirlo que hacerse con tanto billete, con tanto cero, que lo Ćŗnico que hace es confundirte, pues no sabes si el de 100, de 1000 o de 10.000! AdemĆ”s, lo de solo pensar que te pidan 5.000 rupias o algo asĆ­ por un cafĆ©, pues era como que muy impactante.

No habĆ­amos reservado ningĆŗn transporte del aeropuerto al hotel. QuerĆ­amos sentir el ambiente local lo antes posible, aunque despuĆ©s del cansancio del viaje, mĆ”s bien estĆ”bamos interesados en llegar al hotel cuanto antes para relajarnos. Buscamos un servicio de taxi, el cual nos ofrecĆ­a transporte al hotel por 125.000 rupias.

Saliendo del aeropuerto

El conductor del taxi resulto ser una maravillosa persona, muy agradable y gentil que nos contĆ³ muchas cosas de la cultura y tradiciones de la isla. Por supuesto su intenciĆ³n era tambiĆ©n que le contratĆ”ramos para algĆŗn tour de todo el dĆ­a en nuestra estancia, pero eso no quita que tuviera un comportamiento impecable y muy amable.


Ofrendas que llevaba el taxista.

Lo primero que nos llamo la atenciĆ³n fue un pequeƱo cestillo que llevaba en el salpicadero con flores y algunos frutos. Nos comento que era una ofrenda. Normalmente la gente lo hace en santuarios, en pequeƱas estatuas que tienen a las entradas de las casas o simplemente en el suelo en frente de la puerta principal, o como este caso, en el salpicadero del coche.

El trĆ”fico en Denpasar es de lo mĆ”s caĆ³tico, parece que era cierto todo lo que habĆ­a leĆ­do en las guĆ­as acerca de conducir en Bali, una autentica locura. 


Recibimiento en el Ayana Resort

PrĆ”cticamente nadie respeta las seƱales de trafico, semĆ”foros y mucho menos a los peatones cruzando las calles. Los coches simplemente circulan a la maxima velocidad posible y haciendo uso de lo mĆ”ximo que de la calzada. Si caben tres filas, pues siempre se puede apretar una cuarta! 

A pesar de que me habƭa sacado la licencia internacional de conducir en la AAA, pensƩ que al final no iba a hacer uso de ella.

Eso sƭ, los autƩnticos reyes del asfalto son las motocicletas, scooters para ser mƔs preciso. Son como una marabunta que circulan por cualquier lugar. Ahƭ que te salen por la izquierda, ahƭ que te van por la derecha!

La ciudad es increĆ­ble. Fue un trayecto de apenas media hora, pero parecĆ­a como que cada casa tuviera un templo aƱadido o algĆŗn tipo de escultura, principalmente religiosas, que las hacĆ­an especial y diferente cada una de ellas, y eso teniendo en cuenta que eran casas ordinarias en barrios ordinarios.

Finalmente llegamos al hotel, con un poco de confusiĆ³n. TenĆ­amos una reserva para una Villa en el Ayana Resort, y parece que la recepciĆ³n de las villas no esta en el mismo lugar que la recepciĆ³n del hotel, pero al final pudimos pasar los puestos de seguridad y llegar al hall del hotel.


Esperando en recepciĆ³n!

El recibimiento fue increĆ­ble. SegĆŗn nos bajamos del taxi dos mujeres vestidas con trajes tĆ­picos balineses nos estaban esperando con unos collares de flores con unas fragancias exquisitas. 

La recepciĆ³n del hotel estaba rodeada de jardines, fuentes y piscinas, infinity pools algunas de ellas. Al fondo, el ocĆ©ano. Que maravilla de paisaje.

La atenciĆ³n fue completamente personalizada para nosotros. Nos ofrecieron unas toallas mojadas con el mismo aroma que las flores que nos habĆ­an puesto para refrescarnos del viaje, junto con unos zumos de frutas para calmar nuestra sed. Mas tarde supimos que esas flores se llamaban frangipani.

Nos dijeron que nos habƭan cambiado a una villa todavƭa mejor, para que pudiƩramos disfrutar del hotel en nuestra luna de miel. Nuestra reserva era para una villa con vistas al ocƩano y nos iban a poner en una villa en lo alto de la colina, llamada villa panorƔmica.


Rumbo a nuestra villa.

SegĆŗn parece Ć­bamos a tener un mayordomo a nuestro servicio, al cual podrĆ­amos llamar en cualquier momento las veinticuatro horas del dĆ­a para cualquier cosa que necesitĆ”ramos. Para ello nos dieron un telĆ©fono mĆ³vil el cual tenĆ­amos que usar para llamarle.

AsĆ­ conocimos a nuestro mayordomo, Coruno. Un hombre muy amable del cual acabamos haciĆ©ndonos amigos de Ć©l. 

Ɖl nos llevĆ³ alrededor del complejo en un carricoche de los que se llevan en los campos de golf. 

El hotel era enorme e increƭblemente maravilloso. Nos enseƱo las distintas piscinas, la playa privada, los diferentes restaurantes donde podƭamos desayunar, comer o cenar, ...

Finalmente llegamos a la entrada de nuestra villa. 




Me quedo sin palabras para poder describirla. Simplemente para quedarse boquiabierto de lo impresionante.


Nuestro jardĆ­n!

La entrada de piedra,  con un estatuas a los lados para poder poner ofrendas florales, la fuente en el jardĆ­n del porche, la suite, la habitaciĆ³n principal, el baƱo, el jardĆ­n con la piscina, una infinity pool con fuente de dos delfines de piedra. Las vistas a los jardines y el ocĆ©ano de fondo, las palmeras, las flores, el sol, en fin, no tengo palabras para poder describir todas la maravillas, no hay palabras.


Increƭble la forma de decorar la baƱera!

A Marcela se le saltaron las lagrimas al entrar en el baƱo. La baƱera jacuzzi daba a un ventanal acristalado con vistas a la terraza, los jardines y el mar. La habƭan llenado de agua y estaba cubierta con pƩtalos de rosas rojas y amarillas. Tan bello, romƔntico y sensible. Otro detalle mƔs.

Para esa noche hicimos una reserva en el Padi Restaurant, uno de los restaurantes que estƔn el complejo del hotel, debido a que en la cena iba a haber danzas tradicionales balinesas. El menu de la cena iba a ser buffet con comida tƭpica de la isla.

Casi solo nos dio tiempo de saltar a nuestra piscina particular para refrescarnos algo antes de la cena. El agua no estaba ni frƭa, ni caliente, en su punto para disfruta de ella. DespuƩs vino una ducha rƔpida y cambiarnos de ropa para salir a cenar.


Disfrutando de la infinity pool.

Delfines y mi sirena.



En el triclineo!

Preparados para salir a cenar

Marcela se puso un vestido especial para la cena. Estaba bellĆ­sima y radiante, solo de ver lo increĆ­ble que estaba se me salĆ­an las lagrimas de felicidad. Era la imagen de la perfecta esposa!


Entrando a Padi Restaurant para nuestra primera cena en Bali.

Al final, llegamos hasta un poco pronto a la cena. PensƔbamos que los bailes empezarƭan a las siete de la tarde, pero al final no serƭan hasta cerca de las ocho, asƭ que pudimos cenar tranquilamente antes de que dieran comienzo.

De nuevo el recibimiento y el trato que nos dieron en el restaurante fue exquisito, incluso llamaron al chef para que nos mostrara cada uno de los distintos platos que iban a servir en el buffet. Hizo especial Ć©nfasis en aquellos platos que tenĆ­an gluten y los que no tenĆ­a ningĆŗn problema en consumir, todo un detallazo.


Danzas Tradicionales Balinesas.

La cena estuvo muy rica. La cocina balinesa parece tener cierta tendencia hacia los sabores mĆ”s dulces y un poco especiados, pero no muy picantes, aunque Marcela pidiĆ³ una salsa, la cual parecĆ­a esta increĆ­blemente picante, y por supuesto la cual yo no probe!

Tuvimos cochinillo, distintos mariscos, arroz, pato y muslos de pollo. Fue una cena deliciosa.

Alrededor de la ocho de la noche comenzaron las danzas. El sol hacĆ­a ya buen rato que se habĆ­a ocultado, asĆ­ que los bailes serian a la luz de las antorchas. 

Estos parecĆ­an estar basados en unas antiguas tradiciones hindi. 

Fundamentalmente un grupo de hombres vestidos con trajes tradicionales cantando mientras formaban un circulo en el escenario. Distintos personajes iban entrando y saliendo de la escena segĆŗn avanzaba la trama. 

No habĆ­a ningĆŗn instrumento musical, toda la mĆŗsica era la voz de los bailarines.




Fue muy interesante, quizƔs hubiera estaba un poco mejor de haber sido en un antiguo templo, pero para ser la primera noche, que mƔs podƭamos pedir.

DespuƩs de tomarnos un par de cocktails Spices of Love, tomamos el funicular que nos llevaba a la piscina de agua salada, junto a la cual estaba el Rock Bar.


Esperando para entrar en el Rock Bar.

Rock Bar es un increĆ­ble bar totalmente abierto en el borde de un acantilado junto al ocĆ©ano. Era uno de los lugares mĆ”s chic y de moda en la isla, asĆ­ que para cuando llegamos estaba ya con bastante pĆŗblico.


Tomando una copa en el Rock Bar.

Antes de tomar el funicular tuvimos que anunciar que Ć­bamos al bar, asĆ­ que cuando llegamos abajo ya nos estaban esperĆ”ndonos para enseƱarnos las instalaciones. IncreĆ­ble lugar, increĆ­ble mĆŗsica, estĆ”bamos a penas a unos metros del ocĆ©ano justo al borde del acantilado! PodĆ­amos ver y oĆ­r las olas rompiendo en las rocas abajo.

La iluminaciĆ³n era tenue para poder apreciar mejor el entorno a la luz de la luna. El olor a sal. IncreĆ­ble, de nuevo!

El Ćŗnico inconveniente, estĆ”bamos un poquito cansados despuĆ©s del largo viaje y el trajĆ­n del aviĆ³n, asĆ­ que apenas aguantamos un cocktail antes de avisar a Coruno para que nos llevara a nuestra villa.

Antes de acostarnos, un baƱo rƔpido en la piscina para disfrutar de la Luna reflejandose en el mar, con Marcela a mi lado. No hay palabras!



Bailarines con trajes tradicionales

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6 Comentarios

  1. Hola Joshua, me parece que tuvieron una luna de miel espectacular, hermosas fotos y videos, gracias por compartirlos...

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  2. QuƩ increƭble!, luna de miel, muy hermosa y se les veƭa muy felices, gracias por traerla y darnos ese paseo por ese hotel en Bali, abrazo grande

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  3. Bonita luna de miel me esta dando ganas de hacer una escapada romƔntica.

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