Ruta de aventura: De Chilliwack a Coquitlam

Mount Robson Provincial Park, una de las atracciones que encontramos en la ruta desde Jasper a Vancouver, ya en la British Columbia.

Ruta de aventura: De Chilliwack a Coquitlam.

Una vez terminada la aventura de las rocosas canadienses, el siguiente destino era British Columbia, mƔs concretamente Vancouver y Victoria.

El trayecto desde Jasper en Alberta hasta Vancouver en British Columbia es aproximadamente mƔs de nueve horas, aunque habƭa un par de alicientes para animar el dƭa.

Primero, teníamos una reserva para el Glacier Adventure en el Columbia Icefield a las nueve de la mañana, y como no habíamos podido encontrar hotel en Jasper, tuvimos que dormir en Hinton, casi a una hora al este de Jasper, y casi dos horas y media del punto de partida para nuestra excursión.

La idea ademĆ”s era aprovechar las primeras horas del dĆ­a para poder encontrarnos con vida animal salvaje, para lo cual aƱadimos un poco mĆ”s de colchón para el trayecto por lo que pudiĆ©ramos encontrarnos. 

En conclusión, tuvimos que levantarnos casi a las cuatro de la mañana, apenas estaba amaneciendo.

El Gaclier Adventure terminó cerca de las once de la mañana, y la distancia desde el Icefield Centre hasta Vancouver era ahora de mÔs de diez horas y media.

La única buena noticia, volvíamos a horario del Pacífico, lo cual significaba una hora mÔs a nuestra disposición.

En cualquier caso tomamos la decisión de emprender la ruta y parar lo mĆ”s cerca de Vancouver, porque al ser SĆ”bado, el precio de los hoteles  estaba realmente hinchado, cerca de $300 (dólares canadienses), asĆ­ que lo óptimo era dormir cerca, mĆ”s barato y entrar en Vancouver el Domingo por la maƱana.

La ruta era bien sencilla. Tomar la carretera 16 hacia el oeste, hasta cruzarse con la autopista 5 la cual nos llevarĆ­a al suroeste hasta cruzarnos con la autopista 1, y de allĆ­ directos a Vancouver.


Camino de Vancouver.

El trayecto fue mƔs rƔpido de los que pensƔbamos. Marcela y yo nos alternamos al volante y paramos solamente para repostar o cambio de conductor.

Apenas eran la ocho de la tarde cuando llegamos a Hope, en donde entrĆ”bamos en la autopista 1 y los Ćŗltimos 150 kilómetros del trayecto.  

Empezaba a ser el momento de buscar algĆŗn sitio para dormir.

Quisimos aprovechar al mƔximo las horas de sol y acercarnos lo mƔs posible a Vancouver para asƭ tener menos camino a recorrer el Domingo por la maƱana.


Cena en el Boston Pizza, comienza la aventura!

Alias de pollo.

Pizza gluten free.

El lugar elegido iba a ser: Chilliwack. SegĆŗn atravesamos el pueblo vimos varios hoteles desde la carretera y el pueblo parecĆ­a ser suficientemente grande como para no tener problemas en la bĆŗsqueda del hotel.

AdemƔs encontramos un Boston Pizza, lugar con muy buena Wifi y gluten free pizza y pasta, lo cual hacƭa de Chilliwack el lugar perfecto para cenar y buscar hotel.

Tranquilamente encontramos el restaurante, pedimos mesa, acceso a la Wifi y ordenamos para cenar. 

Pasta gluten free y alitas esta vez. Mientras esperƔbamos por la cena, empezamos a mirar por hoteles en Expedia, nuestra web preferida, mƔs que nada por la cantidad de puntos que llevamos acumulados con todas las reservas.


Buscar en: Chilliwack, BC, Canada. Dias: 07/23 a 07/24. 2 Personas ... searching...
Resultado: ZERO Hoteles encontrados!

No puede ser posible, nos dijimos. Empezamos a cambiar la búsqueda a "localización actual" por si eso mejoraba los resultado. ZERO Hoteles encontrados!

Empezamos a buscar en pueblos cercanos, pero los resultados eran siempre los mismos: ZERO Hoteles encontrados

Inicialmente no nos preocupamos demasiado, hacía un par de días que no habíamos podido encontrar ningún hotel disponible en Jasper en Expedia, y luego al llegar al propio pueblo vimos varios hoteles con el cartel de "Vacante", y desde la carretera habíamos visto un Best Western, un Quality Inn, un Travelodge y algún otro mÔs.

Antes de terminar la cena, Marcela contacto con una amiga en Estados Unidos por SMS para ver si ella, mĆ”s tranquilamente y desde el ordenador podĆ­a encontrar algo cerca. 

No sé si fue algo bueno o malo, pues estuvo a punto de reservarnos un hotel para el 1 de Agosto, lo cual significaba acampar allí por una semana para esa habitación. Menos mal que no completó la reserva.

Porque otro inconveniente que tenĆ­amos era que no disponĆ­amos de llamadas y web desde nuestros telĆ©fonos móviles. 

Bueno, si teníamos, pero no. Nuestro contrato con AT&T nos permitía usar roaming en Canada, al insignificante precio de $3 (dólares americanos) por minuto en llamadas por teléfono, y mejor ni pensarlo por el uso del servicio de datos, es decir, uso de la Web.

Como compromiso contratamos el llamado Passport, por treinta dƭas, el cual nos permitƭa el uso ilimitado de mensajes SMS, el precio de la llamada bajaba a $1 por minuto y disponƭamos de 100MB de datos, lo cual supone poder acceder a la pƔgina de Google y poco mƔs, pero al menos si tenƭamos que hacer una llamada de urgencia, no iba a ser tan sangrante.

El tema del GPS lo solucionamos con la aplicación gratuita Navmii GPS Canada, la cual nos vino de perlas, pues es un GPS offline mÔs que completo y competente, y la publicidad que te muestra realmente ni aparece mucho ni molesta a la conducción.

Por eso la necesidad que siempre tenĆ­amos de encontrar lugares con Wifi, para bĆŗsqueda de hoteles, direcciones y acceder al e-mail y como no, a Facebook.

Total, que acabada la cena, decidimos empezar a preguntar por el hotel que tenĆ­amos mĆ”s cerca, un Quality Inn. 

Las buenas noticias eran que no vimos el cartel de "No Vacantes", las malas noticias fueron que no tenían habitación disponible para esa noche.

El siguiente fue el Travelodge, en el cual ni nos bajamos, pues si que anunciaban la no disponibilidad de habitaciones.

El tercero serĆ­a el Best Western, con igual resultado, No hay habitaciones. Les preguntamos que es lo que pasaba que no habĆ­a plazas libres: "Es que son los B.C. Games, mitad del verano, fin de semana, temporada de bodas, y blablabla". Eso de los B.C. Games no nos quedo muy claro, nos quedamos con la duda si serĆ­an algo parecido a los Hunger Games o que eran.

Eran ya mÔs de las nueve cuando entramos en el centro de Chilliwack. Encontramos un motel monísimo, el cual nos dio inicialmente muchas esperanzas, pero tuvimos el mismo resultado: No hay habitaciones. El manager nos comentó que un par de calles mÔs adelante había un hotel muy grande y lujoso, y que allí seguramente podríamos encontrar algo.

Las dos calles se convirtieron en cuatro, luego en cinco, hasta que perdimos el nĆŗmero de calles porque evidentemente nos habĆ­amos equivocado en algĆŗn cruce, pero con paciencia y perseverancia pudimos encontrar el hotel grande y lujoso.

Y ciertamente era un hotel grande, lo cual nos dio un poco de paz de espíritu, la cual se desvaneció rÔpidamente cuando nos dieron de nuevo la misma respuesta: No hay habitaciones. AdemÔs nos comentaron que todos los hoteles en Chilliwack parecían estar llenos, e incluso los del vecino pueblo de Abbotsford.

ParecĆ­a que eso de los B.C. Games se iban a convertir en unos No-Sleeping Games para nosotros. 

Al menos sacamos algo mÔs de información, pues nos recomendarnos saltarnos Abbotsford e ir directamente hacia Langley en donde quizÔs tuviéramos mÔs suerte.

De vuelta a la autopista 1 en dirección a Vancouver nuestro Ć”nimo estaba de lo mĆ”s alegre y dicharachero, todo lo contrario de lo preocupados que quizĆ”s deberĆ­amos haber estado. 

Pero la verdad es que no hacíamos mÔs que gastarnos bromas sobre la situación, incluso le dedicamos un versito al pueblo:


Si te quieres divertir
vente a Chilliwack
que aquĆ­ no hay donde dormir

Finalmente dejamos Chilliwack. Al pasar por Abbotsford vimos que tenĆ­a un aeropuerto internacional, asĆ­ que y a pesar de lo que nos habĆ­an recomendado, intentamos probar nuestra suerte en al menos un hotel. Resultado: No hay habitaciones.

Ya sin mĆ”s dilaciones nos dirigimos hacia Langley. La noche ya se habĆ­a cerrado y serĆ­an cerca de las diez cuando llegĆ”bamos a un Best Western en Langley. 

La manager estuvo muy amable notificÔndonos lo que ya nos imaginÔbamos: No hay habitaciones, pero tuvo la gentileza de contactar por teléfono con otros hoteles del pueblo, sin poder encontrar ninguna habitación disponible.

Le rogamos que nos recomendara que dirección podrĆ­amos tomar para poder encontrar una plaza vacante. 

Todavƭa habƭa plazas en Vancouver, pero ya muy por encima de los $400, y desde luego no querƭamos pagar eso para llegar al hotel a la una de la maƱana o mƔs tarde.

Comentaron que la mejor opción era ir un poco hacia el norte, a Coquitlam. Eran cerca de las once y al poner la dirección en el GPS, nos indico que la ruta mÔs cercana, de unos quince minutos, tenía un peaje. La opción sin peaje nos llevaría cerca de una hora. A esas alturas ya nos daba iba igual el peaje y san pito pato. Tomamos la ruta mÔs corta.

El peaje en cuestión era un puente que atravesaba el Fraser River, pero no encontramos ningún puesto para pagar, ni barreras, lo único fue que oímos como sonaba el Fastrak que llevamos en el coche para poder pasar los puentes en la bahía de San Francisco. Pero en aquel momento estÔbamos tan cansados que no le prestamos mÔs atención.

Coquitlam fue nuestro Ćŗltimo destino. Eran casi las once de la noche y no encontramos nada en el par de hoteles en los que preguntamos. 

Cada vez tenĆ­amos menos opciones, asĆ­ que finalmente decidimos pasar la noche en el coche. La cuestión era dónde. 

Para nuestra suerte, en el parking de un centro comercial encontramos un Starbucks, el cual, a pesar de estar cerrado, tenía la Wifi encendida para nuestro regocijo y satisfacción.

Miramos algunas opciones. El parking de Walmart era una de ellas, pues algunos abren las veinticuatro horas al día y siempre podríamos entrar en caso de tener que ir al servicio. El GPS nos marcó un Walmart a menos de 5 minutos, así que pusimos rumbo a él.

Cuando llegamos, estaban cerrando, eran pasadas las once de la noche y de allí ya no nos movimos, haríamos acopio de vejiga para aguantar la noche sin ir al baño, pusimos los abrigos en la ventanas para tapar un poco de la luz, abatimos los asientos para ponernos mÔs cómodos, nos echamos una mantita que siempre llevamos en el maletero, por lo que pueda pasar, y nos dormimos con la nana:


Viajar a la antigua,
dormir en un parking,
mear en el Walmart,
despertar con luna.

Prueba superada!

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2 Comentarios

  1. Hola Joshua, ¡vaya aventura! A veces sucede asĆ­ pasan algunas cosas inesperadas pero todo entra dentro de la diversión. Muy buena entrada, excelentes fotos. Las de la comida se me antojaron. Saludos.

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